La Consejería valenciana abre una investigación por presunto maltrato y abandono por estas imágenes en la residencia DomusVi en Lliria

La Consejería Valenciana abrirá una investigación por las imágenes de presunto abandono en la residencia DomusVi en Lliria a las que ha tenido acceso Informativos Telecinco. Las imágenes son terribles, y muestran lo que se entiende como un presunto abandono en el cuidado de ancianos. La consejería analizará las mismas para remitirlas a la fiscalía por si constituyen algún tipo de delito. En ellas se pueden ver ancianos atados que comen solos, con heridas, solos en el suelo. Aterradoras, un abuelo con una brecha en la frente, otro caído sin que nadie vaya a atenderle. Desolador.

Quien lo denuncia es una extrabajadora que, tras alertar de esa caída, ve impotente cómo pasan los minutos sin que nadie acuda. Da pavor ver la dificultad con la que come, sin ayuda, una anciana en silla de ruedas o cómo otro anciano ntenta recoger la comida derramada. Duele ver su soledad y el abandono al que los abuelos parecen sometidos. Ancianos sentados durante horas. "Los tienen atados ahí sentados, no les importa si comen o no comen. Es un infierno, yo la llamo la residencia de la muerte. Se me caía el alma al suelo viendo el sufrimiento de estas personas, porque son personas. Cada día me iba a casa llorando", relata la ex trabajadora que ha grabado los vídeos hace 15 días.

Un abandono, el de estos ancianos, que agrava su especial vulnerabilidad en tiempos de covid. El aislamiento para frenar la entrada del coronavirus está provocando, otra vez, situaciones dramáticas en algunos geriátricos. El desamparo y la desolación que viven los ancianos queda patente en unas escenas que son angustiosas y de extrema dureza como la de un anciano, que de estar siempre en la misma postura, atado a la silla, toda la mañana, tiene ya heridas. "Se pasan horas y horas sentados en sillas. Ahí desayunan, comen y cena, sin que nadie les preste atención", cuenta la ex trabajadora que añade que "están famélicos, extremadamente delgados por la falta de atención a la que están sometidos".

Por el riesgo de contagios por el covid les sirven la comida en las habitaciones, pero en condiciones que causan sorpresa, ni una mesa, ni una bandeja, ni un vaso de agua. Las imágenes son claras y muestran también a otro residente al que se le ha derramado el café. Es evidente que no se vale por sí mismo para alimentarse pero lo tiene que hacer. O la de otra mujer, con una enfermedad mental, completamente desnuda y también atada a una silla.

El gobierno valenciano ha abierto una investigación después de ver las imágenes a las que ha tenido acceso Informativos Telecinco. "Vamos a estudiar las grabaciones para determinar si son constitutivas de algún delito y si es así remitirlas a la Fiscalía para que las investigue", ha señalado Enric Juan, Director General de Infraestructuras de Servicios Sociales de la Generalitat Valenciana. "Vamos a ser contundentes y no nos va a temblar la mano. La labor inspectora es implacable y pediremos que la fiscalía investigue".

Desde el ejecutivo valenciano señalan que desde que llegaron al gobierno están tratando de acabar con este tipo de residencias privadas, que cuentan con plazas concertadas (en este caso 35, de sus 151 plazas) y revertir el modelo para que pasen a manos de la administración pública.

Desde la Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en Residencias se considera una falta de respeto a la dignidad impresionantes cerca de lo ilícito penal.

Desde Informativos Telecinco se han puesto en contacto con la residencia para tratar de obtener una explicación a las duras imágenes grabadas de la desatención que sufren los ancianos. Por el momento los responsables del centro han declinado dar su versión sobre los hechos.

Horas después la residencia ha emitido un comunicado destinado a las familias de los residentes en el que "condena absoluta y rotundamente la omisión de socorro a uno de los ancianos tal y como reflejan las imágenes, siendo este hecho "contrario a nuestra labor asistencial de cuidar a nuestros residentes".

No obstante, la residencia considera que estas imágenes han sido grabadas por una ex trabajadora cuyo contrato laboral no fue renovado porque no cumplía con sus obligaciones laborales. Esta empleado solo trabajó en la empresa entre los meses de abril y agosto, como refuerzo del equipo de limpieza durante la crisis". La residencia dice en el comunicado que desconocía que se producían en ella este tipo de hechos y considera que las actuaciones son "reprochables y condenables".

Señala la residencia que las imágenes emitidas corresponden a una zona de confinamiento a residentes que por su avanzada edad y problemas psicomotrices habían sufrido una caída. En estos casos los empleadores atienden de manera inmediata con total dedicación y contactan con sus famiiares para informarles de su estado. Las familias son testigos de la actuación diligente de esta residencia" y achacan la mala praxis a la exempleada que ha sacado la luz las imágenes.