La coordinación de los servicios de emergencia tras los seísmos minimizaron los daños

Pese a los nueve fallecidos y las decenas de heridos, las pérdidas humanas pudieron ser cuantiosas. El gerente del 061 de Murcia, José Antonio Álvarez, ha explicado cómo algunas iglesias se desplomaron poco después de que muchos niños salieran de los edificios religiosos donde se preparaban para la primera comunión.

"Ese día los ángeles de la guarda tuvieron que realizar muchas horas extras", ha manifestado Álvarez en la mesa redonda sobre el terremoto de Lorca organizada para analizar el comportamiento de los servicios de emergencias en el XXIII Congreso Nacional de la SEMES, que se ha celebrado en Murcia desde este miércoles hasta este viernes.

Pese a lamentar sus graves efectos en pérdidas de vidas humanas y daños materiales, se mostraron muy satisfechos y alabaron el papel desempeñado por estos equipos de emergencia y seguridad así como por la población de Lorca, "un ejemplo de comportamiento y dignidad, sin los cuales las cosas no habrían salido tan bien", ha afirmado el director general de Seguridad Ciudadana y Emergencias de Murcia, Luis Gestoso.

La mesa redonda sirvió para que los responsables de los servicios de emergencia, sanitarios y de seguridad ciudadana y protección civil presentaran sus primeras conclusiones conjuntamente.

La primera de ellas es que, como dijo el doctor Manuel Belda Palazón, responsable de urgencias del hospital Rafael Méndez de Lorca, "se pongan sobre la mesa cada uno de los equipos muchas de las cosas que hicimos bien y funcionaron, porque a partir de ahí estableceremos protocolos para actuar ante tragedias semejantes".

SITUACIONES CURIOSAS

En medio de la tragedia se dieron situaciones curiosas. Por ejemplo, cuando a las 18.47 horas se produjo el segundo seísmo, el mando del operativo de rescate y emergencias se encontraba reunido en la planta superior del Ayuntamiento de Lorca. El temblor, de una magnitud 5,1º de la escala Richter, les obligó a desalojar precipitadamente el edificio consistorial que amenazaba desplomarse.

Ya en la calle, mientras trataban de protegerse en un patio vieron a dos trabajadores que manejaban un martillo eléctrico que seguían taladrando el suelo. Les avisaron y les pidieron que se pusieran a salvo ya que los cascotes seguían cayendo. "Parece mentira que no se hubieran dado cuenta, no ya del primer temblor, sino ni siquiera del segundo", relató Álvarez a modo de anécdota en medio de la tragedia.

Si a la rápida actuación y la presencia en Lorca de la mayoría de los efectivos de emergencias se produjo ya sobre las 17,00 horas, tras el primer temblor, cabe resaltar que la activación del nivel uno de movilización se llevó a cabo mientras los máximos responsables estaban reunidos, paradójicamente, para hablar de recortes presupuestarios.

Por su parte, el doctor Belda Palazón destaco la importancia de los simulacros, que sirven para lograr una eficaz actuación cuando se produce la tragedia. Pero, tras el ejemplo de Lorca, "hay que mejorar las vías de evacuación de los hospitales".

En este sentido, Belda recordó que la orden de desalojo del hospital Rafael Méndez se tomo a las 19,10 horas y que termino a las 22,30 horas. Mientras algunos heridos eran derivados a otros centros, a las 23,30 horas se cerrço urgencias y se procedió a atender a los pacientes en el hospital de campaña.

Para Belda, las escaleras se convirtieron en una berrera arquitectónica difícil de sortear en esos momentos, por lo que apelo por unas rampas de acceso. Resulta chocante, que algunos pacientes del hospital no hicieron caso de los letreros que avisan de las salidas de urgencia, y que recorrieron 500 metros entre pasillos para ponerse a salvo. También como anécdota, Belda relato que el segundo terremoto les sorprendió realizando una cesárea a una paciente.

CIERRE DE COMUNICACIONES

Uno de los mayores problemas, como ocurre en estas catástrofes, es el cierre de las comunicaciones. "Se no pudimos hablar por los móviles, y además los medios de comunicación colapsaron la centralita del hospital recabando información", ha explicado Belda aunque reconoció el buen comportamiento de estos.

No obstante, a "grandes males los remedios fueron eficientes en los momentos más necesarios, el código de colores sobre los vehículos sanitarios permitió que por GPS se enviaran unidades medicalizadas allí conde el tono azul indicaba que había zonas calientes".

El triaje y clasificación de heridos se realizó con gran acierto distribuyéndolos en equipos autónomos muy repartidos. Y varapalo a las oficinas de farmacia porque, según Belda, el suministro de medicamentos se hizo exclusivamente vía hospitalaria, ya que cerraron tras el terremoto.

Dentro de las enseñanzas que los equipos de emergencia aprenden de estas tragedias, es la necesidad de que todos los primeros intervinientes, sanitarios, bomberos, policías, protección civil, etc., conozcan los planes de emergencias de cada uno de ellos, "ya que hay que darle un tratamiento integral a los planes de actuación que deben coordinarse. "La profesionalidad de los equipos sanitarios y del resto quedó demostrada", concluyó Belda.

RÁPIDA ACTUACIÓN

Por su parte, el director general de Seguridad Ciudadana y Emergencias de Murcia, Luis Gestoso ha destacado que "la rápida y eficiente actuación de los equipos de emergencias salvó muchas vidas.

A la vez que se derrumbaban las casas allí había un sanitario, un bombero o un policía". Gestoso contabilizó en más de 8.000 llamadas atendidas por el 112 y puso énfasis en el trabajo sobre las infraestructuras y viviendas, mientras caían cascotes de toneladas.

Se activó el plan Sismimur en nivel 2 y luego el Plan Sectorial de Evacuación, Albergue y Abastecimiento. También se pidió ayuda a la Unidad Militar de Emergencias.

CIUDADANOS EJEMPLARES

"El acierto de activar los medios de emergencia tras el primer temblor hizo que cuando se produjo el segundo ya estuvieran preparados todos los medios, como el campamento de la Cruz Roja. A lo largo de las primeras horas 30.000 personas se encontraban en la calle fuera de sus hogares, y pudieron ser alimentadas y se les proporcionaron mantas y un techo donde dormir".

Gestoso ha alabado el papel ciudadano de los habitantes de Lorca, una localidad de unos 90.000 habitantes. "Quiero resaltar que pese a que muchos comercios permanecieron abiertos no hubo un solo robo".

También ha resltado la solidaridad y ofrecimiento de ayuda desde instituciones, servicios de emergencias de todas las CCAA hasta empresas y particulares para atender las misiones de rescate, asistencia sanitaria, desescombro, albergue-realojo, derrumbes, asistencia psicosocial y abastecimiento. Un total de 3.500 personas fueron realojadas en el campamento de damnificados en la explanada del mercado semanal de Lorca.

Gestoso también consideró una actuación destacada las marcas de color de los edificios. Teniendo en cuenta que de las 6.000 viviendas en la zona, se procedió a valorar su estado tras el seísmo de las cuales 3.782 en amarillo, 1.922 en rojo (no se podía entrar), 79 en ruina y 222 demolidas.