Una bebé que nació con el corazón fuera de su cuerpo consigue sobrevivir

Su padre, Dean, dice que “parecía un pequeño hámster con un gorro. Pero no lo era. Era su corazón.”

Los huesos del pecho del bebé no se habían desarrollado bien, haciendo que su corazón y parte de su estómago crecieran fuera de ellos. La extraña condición, llamada ectopia cordis, es tan inusual que incluso el doctor tuvo que buscarlo en internet.

El doctor Frances Bu´Lock, experto en pediatría cardíaca, ha dicho que “hay muy poca información disponible. Vi un caso en un feto hace unos 20 años, pero el embarazo se abortó.”

El doctor hizo esta vez una rápida búsqueda en Google y después consultó en la literatura científica, lo que no le sirvió de mucho porque no había mucha información y los casos eran muy diferentes.

La mayoría de los bebés con esta condición también sufren de defectos del corazón y otras anomalías. Además, el 90% de los fetos mueren antes de nacer y los que consiguen sobrevivir, mueren a los pocos días después de nacer.

Debido a que las opciones de sobrevivir del bebé eran casi nulas, los doctores recomendaron a la madre abortar, pero los progenitores decidieron seguir con el embarazo después de ver a la pequeña moverse en una ecografía, según Mirror.

Durante su embarazo, Naomi estuvo continuamente controlada para comprobar que todo estaba bien. La niña continuó desarrollándose de manera normal y, aunque su nacimiento estaba previsto para Navidad, nació el 22 de noviembre.

Un grupo de cincuenta trabajadores estuvo presente durante el parto para ayudar si había alguna complicación. Naomi se sentía enferma y tenía miedo de que su hija pudiera morir.

Cincuenta minutos después de que naciera, fue sometida a una primera intervención para iniciar el proceso y poder devolver el órgano a su lugar correspondiente.

Tres operaciones después, los médicos consiguieron colocar el corazón dentro de su cuerpo. Ahora la niña se recupera poco a poco de las intervenciones.

Aunque este caso es raro, en Estados Unidos Kieran Veitz fue tratado por la misma condición en 2015. Ahora, a sus tres años, se desarrolla con normalidad.

Aunque los padres Vanellope no pueden cogerla por el momento, el bebé evoluciona favorablemente y sus hermanos esperan impacientes la llegada del nuevo miembro de la familia a casa.