Los cuerpos de los tres escaladores españoles que murieron en una avalancha en Kirguistán el pasado viernes han sido trasladados al aeropuerto de Bishkek. Miembros del consulado español han inspeccionado los ataúdes antes de que fueran trasladados a España. Los fallecidos tenían 18, 23 y 24 años y eran parte de un grupo de diez turistas.