El juez decreta prisión sin fianza para la madre que ahogó a su hijo en la bañera

La portavoz de la Policía, Janka Jurkiewicz, ha explicado que, tras ahogar al menor en la bañera, la madre introdujo el cuerpo en una maleta de grandes dimensiones (80x60 centímetros) junto a diversos efectos personales como ropa, cómics, un reloj y un estuche. Más tarde llevó la maleta en su coche y la abandonó en la zona de Binidalí. Después le dijo a su pareja que el niño, César J.F, había regresado a Galicia. Cabe señalar que el cuerpo no fue descuartizado, tal y como se apuntado en un primer momento.

La Policía ha resuelto el asesinato gracias a los enseres del niño que fueron encontrados dentro de la maleta . La portavoz ha señalado que entre los efectos personales se encontró un cómic manga (Naruto, número 28), que gracias a la colaboración de la editorial Glenat se pudo saber que no podía haber sido vendido antes de 2007. Asimismo, había un estuche de colores que tenía inscrito, bajo una de una de las gomas, el nombre Cesar J.F., si bien los objetos estaban muy deteriorados y la letra no se apreciaba. Jurkiewicz ha indicado que el Grupo de Homicidios introdujo estos datos, junto a la edad aproximada del niño (fijada entre 9 y 13 años y que en la búsqueda se amplió a un rango de entre 8 y 14 años) para comprobar si existía alguna denuncia de un menor desaparecido con estas iniciales y esa edad en España o el extranjero.

Al ver que no había ninguna correspondencia, la Policía descubrió que había un menor natural de Noia (A Coruña) que se ajustaba a esta descripción y que no había renovado el DNI. Los agentes se pusieron en contacto con los abuelos maternos, quienes dijeron que el niño se encontraba en Menorca con su madre. No obstante, al hablar con la madre, ésta declaró que el hijo estaba en Galicia con sus padre y abuelos del niño abuelos.

Ésta incoherencia fue el detonante que llevó a la Policía a detener a Mónica J.F. el pasado viernes. Ante las evidencias e indicios que relacionaban a la madre con el presunto crimen, ésta confesó finalmente y se declaró autora de los hechos.

Asesinato con agravantes

Según han informado esta mañana fuentes policiales, la madre, que ya ha reconocido su participación en los hechos, habría ahogado a su propio hijo en la bañera del domicilio donde residían en Mahón en 2008, poco después de haber llegado a Menorca.

Por este motivo, la policía le imputa un delito de asesinato al concurrir en el homicidio del menor los agravantes de alevosía y abuso de superioridad.

La Policía ha indicado que la madre no tiene antecedentes de problemas psiquiátricos. La mujer, que había trabajado como vigilante en el aeropuerto, estaba en paro. La Policía cree que se trata de un asesinato premeditado, ya que la madre dijo a su pareja que el niño tan sólo iba a quedarse en Menorca diez días y después lo mató. Asimismo, descartan que el novio pudiera haber sido cómplice de los hechos.

Madre mentirosa

La detenida reside en Mahón y tiene pareja estable, a quien le dijo que el niño era su sobrino. De hecho, la policía piensa que mató al pequeño porque no quería decirle a su novio que era su hijo. Cuando se produjo la desaparición del niño, la mujer explicó que se había marchado con su familia a Galicia.

La Policía ha apuntado que, tras el asesinato, la madre fingió a través de internet que el niño estaba vivo e, incluso, llegó a decir a sus allegado que había hecho la primera comunión en noviembre de 2008.

Al parecer, la mujer no mantenía contacto con la familia de Galicia, quienes habían mandado en alguna ocasión regalos para el niño. Los abuelos no sospecharon en ningún momento lo que había pasado al pensar que no tenían noticias suyas debido a las malas relaciones que tenían con la madre.

En el colegio del menor, en Galicia, tampoco se sospechó nada porque se había realizado un traslado del expediente escolar a finales del curso de 2008 por cambio de residencia. Fuentes de la Consellería de Educación del Govern Balear han informado a EFE que el niño nunca estuvo escolarizado en Menorca

Viaje de los abuelos

Los padres de Mónica Juanatey se han trasladado este a Menorca desde Noia (A Coruña), donde residen y de donde es natural esta familia, para hacerse cargo de los restos mortales de su nieto, que trasladarán a Galicia para darles sepultura.