La familia de Diana no se persona en la causa para proteger el trabajo de la Guardia Civil
La madre de Diana Quer vuelve a Madrid, donde intentará encajar el golpe judicial. Disgustada, pero quizá con mejor ánimo después de que su abogado haya decidido una estrategia para respetar la investigación de la Guardia Civil. Su temor era que se dejara de buscar a su hija con los medios extras que se pusieron: la Unidad Central Operativa apoyando a los investigadores de Coruña. Pero el delegado del Gobierno de Galicia ha dejado claro que eso no va a pasar y que los agentes seguirán volcados en analizar los datos telefónicos que tienen entre manos y en la línea de investigación que habían potenciado antes de que el juez decidiera unilateralmente el sobreseimiento provisional.
Siguen analizando los últimos pinchazos telefónicos y cotejando datos con los dueños de los 4 vehículos desde los que pudieron arrojar el móvil de Diana a la Ría de Arousa. Por eso extraña la prisa que ha tenido el juez y la fiscal en levantar el secreto del sumario, aumentando el riesgo de que los culpables sean alertados. Sobre todo después de las reiteradas peticiones de la Guardia Civil para que no levantara el secreto y les diera tiempo para continuar sus pesquisas. El abogado de la madre, Pedro de Bernardo, explica que, al filtrarse, se corre el riesgo de que el culpable de la desaparición de Diana sepa que le han pinchado el teléfono y le han vigilado. Por eso no se van a personar en la causa. No quieren el sumario en sus manos ni en las de nadie para que no se publiquen las personas investigadas, con nombre y apellidos, o las no investigadas, si son culpables, para que no encuentren la forma de seguir impunes. Con la decisión de personarse en la causa, fuerzan al padre de la joven a que tampoco se persone. De esa manera la causa se queda huérfana de abogados y el sumario queda protegido en el juzgado. Es una manera de pasarle la “patata caliente” al juez. El mismo juez que lo ha puesto en riesgo es el que ahora tiene en sus manos proteger el sumario para que no se filtre desde su juzgado. La explicación procesal del juez en su auto es absolutamente contradictoria. Dice que se ve obligado a archivar la causa para protegerla de la nueva ley de enjuiciamiento criminal que marca tiempos concretos para la instrucción; 6 meses causa simple, 18 meses causa compleja. El tiempo empieza a correr al levantarse el secreto del sumario. El juez lo cierra para que no corran los meses. Pero la pregunta que no contesta es por qué levantó el secreto si no era necesario ni obligatorio y es lo que le ha obligado a tomar la decisión de sobreseimiento. Al no haber imputados, podía haber prorrogado el secreto porque no vulneraba el derecho de defensa de nadie. Ninguna ley le obligaba a levantar el secreto y poner en riesgo la investigación. Curiosamente, la decisión de la familia de Diana Quer de no personarse, protege el sumario de filtraciones, pero les impide recurrir la decisión judicial.