La elección de los recintos, fundamental para evitar tragedias como estas

En varias ocasiones lo que iba a ser una velada perfecta terminó en tragedia. Las medidas de seguridad son imprescindibles en lugares con gran afluencia de público. Sin embargo, no siempre cualquier escenario sirve para acoger todo tipo de celebración. Hace un año en Tenerife el piso de esta sala de fiestas se vino literalmente abajo. Se trataba de un edificio antiguo, acondicionado para ser una discoteca, pero 40 personas resultaron heridas. Algo parecido a lo que ocurrió en esta boda israelí. Tras el banquete, llega la celebración. Durante esta el piso se abre y se traga a buena parte de los invitados. Fallecieron 24 personas y 300 más resultaron heridas. Los estadios de fútbol, tampoco se salvan. La final de copa de Europa entre la Juventus y el Liverpool se saldó con 39 muertos por una avalancha. Algo parecido también en Berlín, donde fueron 19 los que fallecieron en un macroconcierto debido a una estampida. Una tromba de agua convirtió el recinto de acampada del Arenal Sound en una inmensa piscina de barro. No siempre la elección de grandes espacios para acoger tal cantidad de gente es la mejor opción.