El estrés es capaz de anular nuestra parte del cerebro más racional

“El cerebro se organiza de una forma automática para hacer la acción de una forma rutinaria. El problema es que cuando las cosas se automatizan perdemos el control sobre lo que estamos haciendo”, explica Juan Lupiáñez, psicólogo neurocentífico UGR. Si además el estrés entra en escena, es muy probable que nuestro piloto automático cometa un error. Basta una llamada, una interrupción en nuestra rutina. Cuántas veces hemos estado seguros de haber fichado en el trabajo, de haber apagado los fuegos… Basta recordar a la niña que tuvieron que rescatar los bomberos este verano en Málaga. Su madre se la olvidó en casa; tenía ocho hijos más.

“Yo no recuerdo lo que he hecho hoy. Yo lo que recuerdo es lo que hago todos los días”, explica Lupiáñez.

La solución: cambiar rutinas y bajar el ritmo, para que no sea el automático el que pilote nuestras vidas.

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