Un estudio desmonta el mito: En esencia, las personas no cambian
La esencia se mantiene "mayoritariamente estable" con los años
Los aspectos físicos o los valores, pueden ser más cambiantes
El cerebro reconoce la identidad personal en 250 milisegundos
Un estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) sobre la identidad personal y su modulación con el paso del tiempo ha demostrado que nuestra esencia como persona se mantiene "mayoritariamente estable" con el paso de los años.
El estudio ha intentado "contestar a la pregunta de si somos la misma persona a lo largo de la vida", explica Miguel Rubianes, investigador del Departamento de Psicobiología y Metodología en Ciencias del Comportamiento de la UCM y del Centro Mixto de Evolución y Comportamiento Humano (UCM-ISCIII).
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Los resultados del estudio, junto con la literatura previa, permiten afirmar "que hay una componente que se mantiene estable y otra parte que es más susceptible a los cambios con el paso del tiempo", concluye el investigador.
Así, la 'continuidad del yo', o capacidad de autoconciencia y de reconocernos a nosotros mismos se mantiene estable frente a componentes más susceptibles de cambio como aspectos físicos, procesos fisiológicos, o incluso las actitudes, creencias o valores, etcétera.
Incluso componentes como los rasgos de la personalidad suelen variar ligeramente con el paso de los años, pero "se preserva el sentido de ser uno mismo. Esto nos permite avanzar en la comprensión de nuestra naturaleza humana", según Rubianes.
Contento por compartir mi primer artículo científico! Ha sido un proceso duro pero lleno de valiosos aprendizajes. Agradezco al grupo de investigación, sin ellos, esto no sería posible. https://t.co/IuujpmHRHH #Neurociencia
— Miguel Rubianes (@rubianesmendez) 28 de octubre de 2020
El cerebro reconoce la identidad personal en 250 milisegundos
El trabajo, publicado en Psychophysiology, también ha determinado cuánto tarda el cerebro en reconocer de forma distintiva nuestra identidad personal: unos 250 milisegundos.
Para llevar a cabo este estudio, los investigadores registraron la actividad cerebral de una veintena de voluntarios, mediante un electroencefalograma (EEG), al tiempo que les presentaban estímulos y realizaban tareas de reconocimiento de identidad y edades.
Tradicionalmente, la cuestión acerca de la naturaleza humana y de las bases del yo se adscriben a la filosofía, y áreas del conocimiento como la antropología o la psicología.
Pero, según el investigador de la UCM, una alteración de la percepción del yo puede subyacer en diversas patologías de la personalidad, como el trastorno bipolar o la personalidad narcisista, e incluso otras patologías mentales como la esquizofrenia y la depresión.
El estudio "pone de manifiesto la importancia tanto de la investigación básica como de la investigación clínica en el estudio del papel que tiene la identidad personal, ya que promete ser un concepto mucho más relevante que como se pensaba anteriormente, pudiendo tener un rol fundamental en los procesos de evaluación e intervención psicológica", concluye Rubianes.