Conceden el segundo grado a la etarra Sara Majarenas para que viva con su hija

Hasta ahora, la vida en prisión de la etarra Sara Majarenas con su hija había transcurrido en un módulo especial para madres presas con sus hijos hasta la edad de los tres años. Ese día ha llegado, y con su hija cumpliendo la citada edad, tiene que abandonar esta prisión en Picassent porque así lo dice la ley. La niña siempre ha vivido con su madre en la cárcel, pero salía los fines de semana con su padre. Fue en uno de ellos, el pasado mes de enero, cuando la apuñaló varias veces hasta creerla muerta. Ya entonces, se permitió a Majarenas, –quien cumple una condena de casi 14 años de prisión por formar parte del Comando Levante–, acompañarla en el hospital. Ahora, con más de tres cuartas partes de esa condena cumplida, ahora pide una solución para poder estar con su hija. Y la petición ha sido aceptada. El juez le concede el segundo grado, dice, al tratarse de una situación sociofamiliar extraordinaria. Por tanto, madre e hija podrán vivir en un piso tutelado con personas que viven en la misma situación.