Un experto ve más difícil predecir el tiempo en España que en otros países del centro y norte de Europa como Irlanda

En una entrevista concedida a Europa Press, el también licenciado en Ciencias Matemáticas y doctor en Geografía e Historia (sección Geografía) ha explicado que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y los hombres y mujeres del tiempo llevan a cabo una labor "muy interesante de divulgación, de hacer entendible y agradable" la materia.

Dicho esto, Martín-Vide ha añadido que muestra de ello es "la alta audiencia que tienen las secciones de meteorología de las televisiones" y ha añadido que aunque "lo que se difunde es fácilmente inteligible", se trata de una "ciencia compleja que implica conocimientos físico-matemáticos profundos".

"Su manifestación más visible creo que llega muy bien al gran público. Es una información agradable y muy visual", ha declarado Martín-Vide, al tiempo que ha señalado que la información meteorológica "ha ganado mucho en los últimos años". "Nuestros hombres y mujeres del tiempo están a la altura del resto", ha subrayado.

Por otra parte, este experto ha destacado que la Tierra es un "planeta finito, limitado" en el que viven 7.200 millones de habitantes, que "producen impactos en el planeta". "Ya no se pone en duda que el planeta ha visto aumentar su temperaturas de forma significativa en las últimas décadas", ha remachado.

En esta línea, ha afirmado que siguiendo el informe del IPCC sobre cambio climático, el documento "más extenso y profundo" sobre la evolución del clima, es "extremadamente probable" que gran parte de este calentamiento sea causado por los hombres y que se manifiesta en la pérdida de hielo, la reducción de los glaciares de montaña y la elevación del nivel marino. "El calentamiento en España es paralelo al del resto del mundo. No difiere", ha destacado.

LAS PROYECCIONES CLIMÁTICAS

En relación con las proyecciones climáticas, ha dicho que no se dispone de "todas las variables que las condicionan" pues "no sólo hay variables atmosféricas, sino humanas" que no se pueden controlar. "No sabemos el uso que haremos de los combustibles fósiles en 2050 ni cuantos millones de personas seremos. En función de eso, toda las proyecciones dibujan que el clima del mundo será a finales de este siglo entre y 1,0 y 3,7 grados centígrados más que a finales del siglo XX", ha destacado.

En este contexto, Martín-Vide cree que "hay dos acciones clave" a desarrollar, por una parte mitigación y por otra adaptación. Así, ha explicado que mitigar consiste en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, "cuanto más mejor", sustituyéndolas por las energías fósiles porque son los causantes del calentamiento.

La adaptación consiste en ajustarse "a las nuevas condiciones". "Hemos de convivir con un planeta y un país más cálidos, con el objetivo de reducir los riesgos. Habrá que cambiar cultivos, medidas de ingeniería para proteger playas porque el nivel del mar se lleve la arena", ha comentado.

Para este experto, adaptarse también supone aprovechar las nuevas oportunidades como por ejemplo que "los empresarios que tienen una estación de esquí tienen los años contados, así que han de cambiar y diversificar la oferta de estación de esquí a estación de montaña".

RIESGOS CLIMÁTICOS ELEVADOS

Seguidamente, Martín-Vide ha indicado que el informe del grupo II del IPCC constata que el calentamiento actual ha elevado los riesgos climáticos en las diferentes regiones del planeta e insiste "mucho en que la adaptación es la medida o el conjunto de medidas esenciales para afrontar los nuevos riesgos, tales como mayor riesgo de inundaciones, de sequías, olas de calor, incendios forestales, etcétera".

"En un plantea cálido se refuerza el ciclo del agua, se evapora más, pero lloverá más en algunos lugares y en otras habrá más sequías. Estos riesgos que ya se constatan en algunos lugares del planeta van a ser más habituales en el futuro. Hay que desplegar medidas de adaptación", ha insistido.

Según Martín-Vide, el final del informe del IPCC apunta que "hay muchas incertidumbres de ese riesgo y nuestras capacidades para afrontarlo". "No podemos saber lo que va a pasar exactamente, pero si somos cabales, debemos desplegar todo a nuestro alcance para reducir los riesgos", ha enfatizado.

Sobre los episodios de este invierno en el Cantábrico y parte del Atlántico, el catedrático ha explicado que han sido "extraordinarios", pero ha agregado que es "difícil establecer una relación causa efecto entre el cambio climático". "Hay estudios que apuntan que son señales, aunque se está estudiando", ha reconocido.

Igualmente, ha afirmado que "el calentamiento es una realidad en España". "Los años más cálidos se han acumulado en los últimos años. La lluvia en este país no es muy abundante y, hasta ahora, no hay una tendencia clara y general, pero todo apunta hacia una disminución. En el sur esa tendencia calará más que en el resto. La precipitación en España va a tender a disminuir en las próximas décadas", ha indicado.

Finalmente, opina que, en principio, la boina de contaminación "no se puede vincular" al cambio climático, sino que es un asunto local "de acumulación de contaminantes en las grandes urbes que, cuando se establece un anticiclón persistente, dura semanas".

"Son anticiclones que bloquean la contaminación, en ese caso, cada tubo de escape y chimenea emiten contaminantes que no se dispersan, no se difunden y el anticiclón es una especie de tapadera que evita su difusión. Es un problema muy severo y muy grave que requiere tomar medidas", ha concluido.