Los ganaderos de la ribera ponen a salvo a sus animales ante la crecida del Ebro

Un pastor de Quinto pudo poner a salvo su ganado antes de que el agua llenara sus establos cercanos a la ribera del río Ebro. Los subió a una granja cercana donde improvisó unos establos para evitar que sus animales vivieran la angustia que han corrido otros animales en Villafranca de Ebro. El agua les llegaba al cuello a una piara de cerdos. El agua ha puesto en jaque a la ganadería y a la agricultura de la zona. En Tudela, un dique no pudo contener la presión del río y anegó 500 hectáreas de cultivo dedicados a la alcachofa, el espárrago y la coliflor. Muchas familias viven de las tierras y ahora, tras la tempestad, es momento de calcular los daños ocasionados por la crecida.