Investigan si el conductor del autobús de Aviles se desmayó o se despistó y superó la velocidad
La Guardia Civil hace mediciones y analiza el tacógrafo para averiguar la velocidad que llevaba, creen que superior a los 70 kilómetros por hora permitidos en esa zona de obras. Eso pudo causar el golpe tan fuerte contra la columna de hormigón que partió en dos el autobús hasta más allá de la tercera fila. Antes de empotrarse el autobús recorrió 200 metros sin control, sin reacción alguna del conductor mientras se salía de la vía y arrasaba vallas y pivotes señalizadores de obra que hoy vemos en el mismo recorrido. La delegada del gobierno habla de un posible desvanecimiento porque el conductor se equivocó de camino y giró a la izquierda cuando no debía, no rectificó, y de haberse dormido o despistado, lo normal habría sido frenar, al menos, antes de chocar contra el pilar del puente. La compañía Alsa asegura que el conductor llevaba siete años trabajando y había pasado los controles médicos, en 2017 y el último en abril de 2018. Era un conductor ejemplar y muy apreciado. El autobús según las primeras pesquisas no tuvo ningún fallo mecánico.