Mi hijo me pega: los duros testimonios de una realidad que ha aumentado un 400% en diez años

Paula, con 22 años, lleva tres de terapia por ser agresiva con sus padres
Por primera vez se superan las 5.000 denuncias por agresiones filioparentales
Miguel Ángel, pasó un infierno con su hija de 20 años
Los casos de maltrato de hijos a padres se multiplican de forma alarmante y por primera vez se superan las 5.000 denuncias por agresiones filioparentales. En los últimos diez años han aumentado un 400 %. La terapia conjunta es la única salida a este tipo de violencia cada vez más grave y más habitual. A Conchi, la hija de su pareja la maltrataba: la situación con Elisa era muy complicada y necesitábamos ayuda, era difícil, muy difícil, señala. Miguel Ángel, pasó un infierno con su hija de 20 años: empezaba a alterarse a insultar y a agredirnos, no sabíamos que hacer era cada vez peor, no había ya diálogo y era ya insultos.
Según el informe informe 'Violencia filio-parental en España. Datos 2019' de la Fundación Amigo' especializado en estos casos, la media de edad de los hijos que maltrata a sus padres es de 15 años, la de los padres agredidos, de 46. El 63% de la violencia la ejercen hijos y el 37% por hijas. Y de ellos el 30% son hijos únicos. Maria José Ridaura, psicóloga Fundación Amigo considera que los chicos y las chicas que agreden a sus padres lo hacen porque a través de la agresividad quieren conseguir cosas. Era lo que hacía Paula con solo 22 años. Lleva 3 años en terapia con un mediador y reconoce que estaba acostumbrada a un alto nivel de agresividad. Ahora reconoce que no es la misma persona.
MÁS
El 71,11% presenta el problema cuando los/as hijos/as tienen entre 12 y 18 años y en el 63% la violencia era ejercida por los hijos y en el 37% por las hijas. Otra de las conclusiones es que 30,53% se trata de hijos/as únicos/as; en el 74,01%, los hijos han disminuido su rendimiento escolar y en el 16,81% de los casos, han sufrido acoso escolar.
Asimismo, en el 64,35%, los hijos presentan algún tipo de adicción, el 40,87%, han sido testigos de algún tipo de violencia y más de la mitad de las personas (52,6%) forma parte de familias nucleares, seguido de un 26,5%, que son familias monoparentales maternas.
Datos abrumadores, algo está pasando
Los datos están reflejando una realidad que hay que atajar. Los expedientes abiertos a jóvenes por violencia filio-parental aumentaron un 4,6% durante el año 2019, situándose en 5.055 los procedimientos incoados a menores por este tipo de delito, frente a los 4.833 registrados durante 2018.
Este tipo de delitos ya supone el 17,8% del total de los expedientes abiertos a menores de edad y, según la Fundación Amigo, evidencian un grave problema social, ya que se estima que sólo se denuncian los casos más graves, entre un 10% y un 15% del total, por lo que se trata de problema que en la mayoría de las ocasiones es oculto.
Según la ONG, las memorias regionales de las Fiscalías de Menores de cada comunidad autónomas muestran resultados muy heterogéneos. Andalucía es la región donde se abren un mayor número de expedientes a menores por este tipo de delito (1.136 durante 2019). Después se sitúa la Comunidad Valenciana con 837, Comunidad de Madrid con 687, 514 en Canarias y 312 en Cataluña.
"Hay que tener en cuenta que estos datos solo señalan las situaciones más graves, ya que existe una cifra negra que no se detecta porque no se llega a la denuncia. Por ello sigue siendo necesaria la labor de sensibilización y prevención que evite la instauración de la violencia en el ámbito familiar", ha señalado Irene Gallego, psicóloga de Fundación Amigó. O sea que la realidad es aún peor.
En su opinión, "es de gran importancia dotar de las estrategias necesarias a las familias que sufren esta problemática; un trabajo en red que aúne pautas, formación y conocimiento sobre esta alarmante problemática, disminuirá el estigma de las familias que lo viven". A través de esta investigación, se han analizado diferentes factores de riesgo que influyen en la incidencia de este tipo de violencia, así como la modificación de la conducta paternal para evitar el conflicto, la no aceptación de la autoridad, el maltrato psicológico y la violencia física.
Para frenar la violencia filio-parental, Fundación Amigó desarrolla el Proyecto Conviviendo en Madrid, A Coruña, Vigo, Bilbao, Torrelavega, Valencia, Castellón y Alicante. Un recurso gratuito para familias que viven situaciones de conflicto y que tiene el objetivo de acompañarlas en la adquisición de las estrategias, herramientas y habilidades necesarias para afrontar la situación desde una perspectiva diferente.
La entidad ha puesto en marcha un crowdfunding en la web fundacionamigo.org/vfp con el objetivo de conseguir fondos para seguir atendiendo de manera gratuita a familias que viven este tipo de situaciones.