A Romano le vimos salir de la cárcel después de haber pasado en ella doce años, acusado de unas violaciones que no cometió. Salió de ella echando en cara a la justicia que le habían arruinado la vida, y es que en todos estos años lo ha perdido todo, hasta tal punto que en su primera noche en libertad ha tenido que dormir en el sofá de una parroquia.