La justicia reconoce los derechos laborales de las falsas masajistas de un prostíbulo

Era octubre de 2012 cuando la policía, acompañada por inspectores de trabajo, irrumpió en un supuesto centro de masajes de Barcelona y da con tres prostitutas. Las tres, según la inspección, eran empleadas que prestaban voluntariamente sus servicios por encargo de la empresa. El juez ha sentenciado que las mujeres deberían tener sus derechos laborales: contrato, seguridad social, atención sanitaria, pensión o paro. Esta sentencia se une a otra del Tribunal Superior de Murcia que en 2012 obligó al dueño de un club de alterne a dar de alta a una veintena de mujeres, ya que realizaban una actividad laboral.