El incivismo y la inseguridad, son cada vez más palpables, en muchos barrios de Barcelona. Los vecinos están cada vez más hartos. A los problemas derivados de los manteros, botellones, narcopisos o robos hay que sumar el malestar de propietarios de locales nocturnos de ocio. Se ven obligados a contratar seguridad privada para combatir la competencia desleal de los llamados lateros.