La ley del menor, a juicio

En poco más de un año tres casos, especialmente crueles, han vuelto a poner la ley del menor en el punto de mira. En el 2017 un adolescente de 16 años mató en Almería a dos niñas y un joven quemando la cueva donde se encontraban. En diciembre dos chavales de 14 años asesinaron en Bilbao a una pareja de ancianos a golpes y puñaladas. Y este fin de semana otro menor de 16 era detenido en Zamora por la muerte de una mujer. Como máximo, los acusados pasarán ocho años en un régimen cerrado y otros cinco más de libertad vigilada. Nada que ver con las penas que le podían caer a un adulto en un caso similar: desde 15 años hasta la prisión permanente revisable. Sentencias demasiado cortas para las familias de las víctimas y su dolor, aunque los expertos aclaran que la ley del menor no se guía por el criterio de proporcionalidad, y que está para educar. Si no se consigue este objetivo, al cumplir los dieciocho años el juez puede determinar su ingreso en una cárcel hasta completar la pena.