Las huellas del impacto indican una violencia trágica: la que costó la vida de un ciclista que con 75 años murió en el acto. Cuando los sanitarios llegaron hasta él ni siquiera hubo lugar a intentos de reanimación. El conductor de la furgoneta, de 32 años, dio positivo en el control de alcoholemia, fue detenido y hace apenas una horas ha sido puesto en libertad con cargos mientras se investiga su presunto homicidio imprudente. Un caso que vuelve a golpear al colectivo más vulnerable de la carretera.