Mireia tiene 24 años y una pequeña de 11 meses, la joven está acabando Pedagogía y hasta ahora ha podido asistir a clase con su bebé sin problemas pero la Universidad de Barcelona le mandó una carta pidiéndole que no lleve más a la niña a las aulas.
Miseria asegura que la niña "se pasa toda la clase durmiendo. No creo que pueda molestar". Son dos horas, dos días a la semana, la pequeña está en el aula, hasta que la abuela sale del trabajo y la recoge.