El ministro del Interior lamenta "el fracaso coercitivo" contra la violencia urbana y el incivismo

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha considerado este lunes que se está produciendo un "fracaso coercitivo" contra la violencia urbana y las conductas incívicas, que, aunque se consideran en muchas casos como faltas, generan una gran afectación a la ciudadanía.

En Barcelona Tribuna, foro promovido por la Sociedad Económica Barcelonesa de amigos del País, la Asociación Española de Directivos (AED) y La Vanguardia, ha hecho hincapié en que la situación actual es "el mundo al revés porque los antisistema viven del sistema tomando el espacio público que pertenece al sistema".

Ha opinado que hay que revisar las penas y la política penitenciaria para neutralizar a los delincuentes, perseguir los delitos y resarcir a las víctimas.

Fernández ha criticado que el incivismo sea una actitud social habitual que va desde los incendios forestales provocados, el impago de peajes, fumar en espacios vetados, quemar símbolos políticos y romper mobiliario urbano hasta profanar símbolos religiosos.

Ante este tipo de conductas, ha lamentado que se consideren faltas cuando generan gran afectación a la ciudadanía, y ha detallado que la máxima expresión de la violencia urbana es la 'kale borroka', las actuaciones de los antisistema y algunas bandas juveniles.

Según él, las "técnicas organizativas perfeccionadas" de estos grupos demuestran que hay un sistema educativo alternativo, y hay que reflexionar ante esto, también en el caso de cómo actúan los piquetes sindicales.

Así, ha apostado por una acción conjunta de todos los actores sociales para que la transgresión deje de ser un valor cívico que se enseñe: "Es clave invertir en educación para crear una nueva cultura del civismo" en la dirección adecuada.

Por ello, ha asegurado que el Gobierno piensa poner a las víctimas del delito, los ciudadanos, "en el primer lugar de la atención pública".