El 90% de los montes arrasados por el fuego de Guadalajara se ha regenerado

En declaraciones a Efe, alcaldes, ecologistas y el Gobierno regional están "satisfechos" de como ha reaccionado la naturaleza en la decena de municipios afectados por las llamas que se propagaron el 16 de julio de 2005 desde una barbacoa que prendieron unos excursionistas junto a La Cueva de los Casares, en La Riba de Saelices.

Además de la tragedia que ha supuesto la muerte del retén, la economía de estos pueblos también se ha resentido, ya que buena parte de sus ingresos procedían de la venta de la madera que extraían de los montes de utilidad pública.

Pese a que el paisaje no volverá a recuperar su esplendor hasta dentro de cuarenta o cincuenta años, ya se pueden apreciar algunos pinos de un metro de altura que han rebrotado, aunque la mayoría tienen uno o dos palmos, según ha explicado a Efe el delegado de Agricultura de Guadalajara, Sergio Cabellos.

Las tareas de recuperación del monte se iniciaron poco después del incendio y durante los dos primeros años se dedicaron a la saca de la madera quemada, un cometido que se debe hacer de forma urgente para evitar los ataques de los insectos perforadores y potenciar la regeneración natural.

Lo cierto es que "estamos de acuerdo con las tesis de la Junta de Comunidades y creemos que la idea de esperar a ver como respondía la propia naturaleza después del incendio ha sido una experiencia muy positiva", ha manifestado a Efe el portavoz de Ecologistas en Acción de Guadalajara, Alberto Mayor.

En las áreas repobladas, unas 1.200 hectáreas, además del pino rodeno también se han introducido otras especies arbóreas como el quijigo, melojo, algo de encina e, incluso, sauces, fresnos, majuelos y arces en cauces y barrancos, con lo que el paisaje que se verá dentro de unos años será más diverso del que había antes del incendio, según Cabellos.

En total se han extraído unos 750.000 metros cúbicos de madera de los montes de pinos resineros de los términos municipales de Ablanque, Anguita, Anquela del Ducado, Ciruelos del Pinar, Cobeta, Luzón, Mazarete, Selas y La Riba de Saelices.

Precisamente, La Riba de Saelices fue uno de los municipios más afectados y uno de los mayores en población, unos 160 habitantes, y que según ha dicho a Efe su alcalde, Juan Pedro Bustos (PSOE), el monte se está recuperando bien y espera que dentro de unos años puedan volver las motosierras a sacarle rendimiento al pinar.

A la alcaldesa de Mazarete, Lucía Enjuto (PP), se le ponen "los pelos de punta" al recordar lo ocurrido hace cinco años, cuando una gran bola de fuego se tragó al retén de Cogolludo.

"Es algo que nunca vamos a olvidar, es como si lleváramos una marca en el corazón, porque el pinar volverá, pero, los fallecidos no", dice la alcaldesa de Mazarete, que no puede reprimir las lágrimas mientras habla con Efe.

Y mientras los vecinos ven crecer los pimpollos, la batalla judicial por las once víctimas mortales continúa después de cinco años de instrucción y aún sin fecha para la vista oral definitiva que se celebrará en la Audiencia Provincial.

La jueza de Sigüenza, María del Mar Lorenzo, ha procesado por este caso a una veintena de personas, entre excursionistas, técnicos de extinción de incendios de la Junta, empresas y políticos, entre éstos la que fuera consejera de Medio Ambiente, Rosario Arévalo.