Ivy, la niña a la que le crean quemaduras de tercer grado sus propias lágrimas

Ivy Angerman es una niña de tan solo un año y medio a la que sus propias lágrimas o el agua con el que se baña le provoca una fuerte alergia. En sus primeras semanas de vida, los padres de la pequeña comenzaron a notar que su hija lloraba de forma desconsolada y que aparecían unas manchas rojizas cada vez que la bañaban por todo su cuerpo.

Al observar el comportamiento del bebé, Brittany Angerman y su marido decidieron acudir al médico para conseguir una respuesta. Tras hacerle varias pruebas, el doctor no consiguió dar con el diagnóstico por lo que los padres comenzaron a cambiar completamente los hábitos con los que aseaban a su hija: compraron nuevos jabones y hasta probaron con las bañeras de diferentes hogares para ver si era el agua lo que causaba su urticaria.

Al no conseguir mejoras en la salud de su hija, los dos americanos decidieron presentarse en el Centro de Información de Enfermedades Raras y Genéticas de Estados Unidos. Fue este equipo médico el que diagnosticó urticaria acuagénica a la pequeña de un año. Esta enfermedad provoca histaminemia y degranulación de los mastocitos en todas las zonas que se pongan en contacto con el agua.

Las consecuencias de esta dolencia varían desde irritaciones por una simple ducha hasta escozor en su piel cuando bebe mucho líquido. El caso de la pequeña se ha hecho público gracias a una entrevista que ha concedido su madre a la revista People. En esta conversación, Brittany Angerman ha contado el infierno que vive cada día por culpa de esta alergia.

"Cada vez que la bañamos grita como si estuviéramos asesinándola. Lo que ella siente es como si tuviera una quemadura de tercer grado. Corre por todos lados gritando que está caliente. Es muy duro y crea mucha impotencia observar eso como madre", declara Angerman.

Por eso mismo, su madre ha puesto en marcha una campaña en la página web GoFundMe para recoger fondos y poder mudarse a una casa que tenga un pozo propio de agua purificada que minimizaría los síntomas y las molestias de Ivy Angerman.