Los padres de Gabriel le piden a un supuesto "secuestrador" que lo libere
Alineados con el mismo rigor de un desfile militar, los agentes de la Guardia Civil patean la zona más caliente de la desaparición de Gabriel. Están a 2 kilómetros de la vivienda de la abuela el último lugar donde fue visto el pequeño. Estos bomberos de Cartagena han venido de manera voluntaria con todo su equipo. Meten la cámara hasta 50 metros de profundidad. No hay tanto peligro y es más eficaz. Diez días de búsqueda por aire y por tierra que los padres de Gabriel piden que llegue a su fin: “Que esta noche sin falta le dejen en una rotonda o un parque y venga hacia nosotros”. Con certezas o sin ellas, Patricia y Ángel mandan un mensaje a un supuesto “secuestrador”: “Si nos querían hacer daño ya está, no le hagan más daño a Gabriel”. “Si hemos ofendido a alguien o le hemos perjudicado sin pretenderlo, le pedimos perdón”. La investigación está más centrada que nunca, muy cerca del entorno familiar.