El día después de la muerte de 58 palestinos a manos del ejército israelí en los incidentes por el traslado de la embajada de EEUU a Jerusalén, los palestinos lloran y entierran a sus muertos y protagonizan nuevas protestas. Entre los funerales que se celebran hoy está el de Leila, una bebé de solo ocho meses que murió por la inhalación de gases lacrimógenos.