El asesino de Pioz pide perdón: “Yo también sufro”

Llega el último día del juicio a Patrick Nogueira, el asesino confeso de haber acabado con la vida de sus dos tíos y sus dos primos pequeños. Un juicio donde se han vivido escenas horribles, cuando se mostraban las imágenes donde Patrick se fotografiaba con los cadáveres y se jactaba con un amigo de haber asesinado a la familia.

El brasileño ha pedido perdón hasta en dos ocasiones por sus actuaciones y ha precisado que él también sufre porque ha "cavado" su tumba de niño, ha dicho en su intervención, en la que ha dicho que le gustaría que se le tratara porque no le gusta ser así, ya que cree que las cosas ahora van a empeorar más y que va a continuar "en la misma mierda de siempre".

El Ministerio Fiscal, en el escrito de conclusiones provisionales de peticiones de pena mantiene que Patrick Nogueira, cometió cuatro asesinatos, y dirigiéndose al jurado le pide que, en base a las pruebas, "no tenga temor" y apliquen contra él la prisión permanente revisable porque "es revisable" y se olvidarán de él, pues "tendrá su tratamiento" pero considera que es una persona "con una tremenda maldad".

Cruce de mensajes macabros

Durante el juicio, los investigadores han sacado a la luz los mensajes de WhatsApp que se cruzaron Patrick Nogueira con su amigo Marvin, donde se jactaba de lo que había hecho. Textos como “¡que risa! Los niños no corren cuando los voy a matar”

Nogueira le cuenta a su amigo durante 14 minutos y de forma minuciosa cómo ha acabado con los pequeños, de dos y cinco años. “Es divertido. Los niños ni corren, se quedan agarrados”

Ambos se mandan fotos y archivos de voz y comparten su preocupación por acabar en una cárcel brasileña. Nogueira admite que no le importaría acabar en una cárcel en España, terminar preso en Brasil si le preocupa más.

Defensa de Nogueira

En un intento de desmontar el informe pericial presentado por la Acusación Particular, que desvinculaba la psicopatía del asesino confeso y el daño cerebral de los crímenes perpetrados, los peritos de la Defensa han argumentado que una persona que realiza estos hechos "no tiene el cerebro sano" y que eso ha podido influir en que haya cometido estos asesinatos porque las alteraciones neurológicas que tiene afectan a su comportamiento, aludiendo también a un cierto rasgo psicótico.