El presunto asesino de la peregrina dirá que confesó presionado por la policía
Malena Guerra @malenaguerrat5)
13/03/201719:11 h.Miguel Angel Muñoz confesó y llevo a la policía al lugar de los hechos. En esa reconstrucción explicó cómo golpeó a Denis Pikka con un palo y que al verla convulsionar decidió cortarle el cuello “para que no sufriera”. Allí en medio del campo, bajo la lluvia, dio detalles que sólo el asesino conocía; contó cómo le cortó las manos a la peregrina estadounidense porque temía que en la pelea, su rastro biológico podría haber quedado en las uñas de Denis. Arrastró el cadáver durante dos horas y esperó, hasta que, viendo que pasaba el tiempo y nadie encontraba el cuerpo, a pesar de que policía y guardia civil pasaban muy cerca, decidió moverlo para que lo encontraran.
Lo explicó todo después de derrotar una noche una noche muy larga ante los forenses. Había pasado horas negando los hechos después de ser detenido en Asturias, camuflado entre peregrinos en un bar. Mientras él era detenido, la policía registraba su finca. Buscaban la gorra que Denis llevaba en esta foto, la habían visto colgada de un pomo en una primera inspección allá por el mes de abril cuando comenzaron a sospechar del él. La gorra ya no estaba allí pero durante el registro, los perros encontraron el dinero de los asaltos. Otras dos peregrinas habían identificado a Miguel Angel. Vivía como un eremita y cambiaba las flechas del camino de Santiago para redirigir a los viajeros a una ruta trampa que transcurría por su casa. Así se topó Denis con él. Miguel Angel le robo unos 1000 euros en dólares americanos que cambió en un banco. Ese fue el detonante que hizo que le vigilaran. Durante tres meses la policía le observó; el sospechoso pintó su casa, compró productos para la poza séptica donde los agentes llegaron a pensar que podrían estar los restos de Denis. Dejó de usar su móvil, y comenzó a llamar desde un locutorio. Cuando por fin activó un número de móvil antiguo, pensaron que tramaba algo. Efectivamente, Miguel Angel Muñoz quitó las mamparas solares de su casa y sin que los agentes que le vigilaban lo vieran salir, huyó.
Hoy se ha constituido el jurado popular que desde mañana tendrá que escucharle y ver las pruebas que presenta la investigación para decidir su condena que podría ser de 25 años como pide la Fiscalía. La estrategia de su abogado es negar los hechos, argumentado que la policía hizo un montaje presionada por el FBI. Mañana sabremos cómo explica su confesión con todo lujo de detalles.