Un perro ataca a una niña de 8 años

Sky Barker vive en Rastrick, localidad inglesa en West Yorkshire. El pasado jueves le preguntó a un vecino dueño de un perro akita japonés si podía jugar con él. Pero el perro, que estaba atado a una pared, se lanzó hacia delante y mordió a la niña en la cabeza cuando se le acercaba, explica el diario británico Daily Mail en su versió digital.

Su padre, Brian Hackett, de 33 años, ha contando cómo sobrevivió Sky al conseguir rodar fuera del alcance del perro antes de que llegaran los servicios de urgencias. La niña fue trasladada al hospital donde recibió 60 puntos en la nuca, 85 en la cara y 30 en el interior de la mejilla, lo que le dejará una cicatriz para toda la vida.

Hackett, que está separado de la madre de Sky, recibió una llamada de su ex mujer, Amber Barker, que le dijo que la pequeña estaba en el hospital. "Tiene suerte de estar viva. Estaba jugando en un área comunal enfrente de donde vive con su madre cuando ocurrió. Aparentemente, los dueños llevaban sólo dos días con el perro. ¿Por qué dejas que haya niños alrededor cuando no sabes si puedes confiar en el perro?", observa.

"Estoy tan enfadado por lo que ha ocurrido y no sólo por Sky sino porque quiero asegurarme de que ese perro no ataca a nadie más porque la próxima vez podría no sobrevivir", aseguraba.

"Desde el ataque he visto al perro con correa con sus dueños y quiero asegurarme de que la gente sepa de que aún está en esa zona", afirma el padre.

Una semana después, la joven amante de los animales, increíblemente, ha dicho que no quiere que el animal muera.

"Sky recogería y se preocuparía de absolutamente todo animal, desde un perro a una araña o una hormiga y los cuida. Desde el ataque ha estado cautelosa con otros perros pero está bien con nuestros tres perros porque sabe que puede confiar en ellos". Eso explica que la niña no quiera que el perro que la atacó sea sacrificado. "Dice mucho de ella que incluso después del ataque haya dicho que no quiere que el akita sea sacrificado. Dice que no quiere verle otra vez, pero no que muera", indica su padre.

El akita japonés es considerado uno de los perros más peligrosos en Gran Bretaña, con numerosos ataques denunciados en los que la víctima ha necesitado cirugía y puntos. Esta raza no está incluida dentro de la Ley de Perros Peligrosos, por lo que la policía no puede obligar a sus dueños a sacrificarlo. En este caso, según un portavoz policial, los dueños han comunicado que planean sacrificarlo en los próximos días.