Los perros que amaban a los presos
Antonio no quería dejar la vida delictiva. Incluso pensaba en fugarse. Lo reconoce sin rubor. Pero Princesa y Rey lo han cambiado. Él participa junto a un grupo de presos en un programa de rehabilitación perruno. El director de la cárcel de Valdemoro se empeñó en llevarlo a la práctica, adoptaron a los dos perros y los cuidan varios de los internos. Los pasean, les dan de comer, los peinan y hasta los llevan a todos los módulos de la prisión para que los demás presos puedan interactuar con ellos. "Rey es el más conocido de la cárcel", nos dice encantado Emilio, otro de los internos que los cuidan. Él lleva 17 años en prisión, ocho de ellos sin ver a su familia por decisión propia "para que no sufran". Este programa lo mantiene psicológicamente, le da el afecto y la serenidad que necesita. Dentro de un par de años saldrá en libertad y confiesa que lo único malo será dejar de ver a sus perros: "Son mis amigos".
Instituciones Penitenciarias mantiene a 31 perros viviendo en las cárceles españolas y hay 4.500 presos que se benefician del trato con los animales. A veces consiguen más que los psicólogos de la prisión.