Normalmente, al acudir a una habitación de un hotel se da por hecho que todo lo que ocurra dentro quedará en la privacidad que dan esas cuatro paredes. Sin embargo, Gerald Foos, propietario de un motel en Colorado, estuvo espiando durante más de 29 años lo que sucedía por las noches en más de una docena de las habitaciones.
En un artículo para el New Yorker, el periodista Gay Talese cuenta la historia de Gerald Foos, que junto a su mujer, compró un hotel a las afueras de Colorado y remodelaron los conductos de ventilación de tal forma que, pudieran ver el interior de algunas de doce de las habitaciones del motel. Allí arriba, Foos se masturbaba o hacía el amor con su mujer (quien antes de casarse con él conocía los "gustos" de su marido) mientras veían a otras parejas que creían estar completamente solos.
Durante los 29 años que Foos estuvo observando a sus huéspedes, tomó notas acerca de lo que veía y sacó sus propias conclusiones de las escenas sexuales de las que era testigo. Por ejemplo, en sus notas destaca que vio 185 orgasmos masculinos y sólo 33 orgasmos femeninos.
GTRES