Un hotel reparte tapones a los usuarios para que no oigan las protestas de las Kellys
telecinco.es
14/11/201815:46 h.La dirección de un hotel de Bilbao ha repartido tapones para los oídos a sus clientes para que no escuchen las protestas de las trabajadoras de la limpieza, que llevan semanas de huelga por las condiciones laborales. La dirección del Hotel Barceló Nervión ha dejado 'una carta' en las habitaciones de sus huéspedes para avisarles de que "frente al hotel tiene lugar una huelga convocada por la empresa que presta los servicios de limpieza". Son las Kellys que protestan por la degradante retribución que reciben, 2.50 euros por la limpieza de cada habitación y sin reconocimiento de las enfermedades que sufren tras años de duro bregar.
Se da la paradoja de que hoy mismo los partidos políticos se han puesto de acuerdo en algo. En dar amparo a las kelly's. Así, PP, Unidos Podemos y Ciudadanos han mostrado su apoyo en el Congreso para respaldar una proposición no de ley defendida por el PSOE para reconocer las dolencias propias del trabajo de camareras de piso, las conocidas como 'kellys', en el cuadro de enfermedades profesionales.
La iniciativa defendida este miércoles en la Comisión de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social de la Cámara Baja busca incluir en este cuadro "enfermedades provocadas por posturas forzadas y movimientos repetitivos", como los efectuados por el desempeño de las camareras de piso.
Durante la defensa de esta iniciativa, la socialista Tamara Raya ha destacado que los trastornos músculo-esqueléticos son ya el primer problema de origen laboral en Europa, y ha reivindicado la necesidad de poner en marcha campañas específicas de prevención de riesgos laborales en el sector de la hostelería.
Asimismo, ha defendido la necesidad de actuar en el sector ante el deterioro que, ha asegurado, se ha producido en las condiciones laborales de este sector, provocado por la externalización de las actividades y la irrupción de empresas multiservicios, en las que una persona contratada por estas puede llegar a cobrar hasta un 50% menos que una compañera que desarrolle el mismo trabajo.