El fuel se acerca a la costa virgen de Gran Canaria y va a acabar llegando a la cala de Veneguera, reserva de la biosfera. Aún no se podido confirmar si este combustible pertenece al pesquero ruso hundido, pero el daño ya es irreparable. La amenazadora mancha se extiende de forma discontínua a lo largo de 4 kilómetros. Además de Venegueda ha afectado a las playas de Tasarte y Tasartico.