Los retratos de la pobreza

Nando mira su taza preferida. Es argentino y sin apoyo familiar, ni recursos tuvo que dormir noches al raso. El único objeto que le acompañaba era una taza. Matilde es la escultora que ha dado forma a la taza de Nando, que se exhibe ahora en una cafetería. La vida de María se resume en un lienzo. Su llegada a la calle, las drogas, el alcohol. Su historia y otras 12 se exponen estos días en distintos lugares de Barcelona con el objetivo de enseñar la cara mas dura de la ciudad. Su organizador es Albert Soler y asegura que "en cualquier momento, por una circunstancia u otra, podemos vernos así. La frontera que divide a unos y otros no existe". El Javier de antes y el de ahora se miran a través del retrato a lápiz de María. Una enfermedad mental le apartó de su familia y le dejó sin un techo. Ahora nos dice que lo más difícil es la soledad. Solo le quedó su camisa de cuadros. Por eso su retrato se expone en esta tienda de camisas. Maria, la artista, dice que esa camisa es el símbolo de aquel que se tira al vacío. No son retratos de ilustres ni nobles. Son retratos de personas, casi siempre invisibles, que por unos días aparecen ante nuestros ojos hechas obras de arte.