Los 20 diplomáticos que viajan en una caravana de tres coches van a ser secuestrados por hombres armados tras una explosión. Es un simulacro de la Guardia Civil para entrenar a los diplomáticos que van a trabajar en lugares conflictivos como Irak, Venezuela o México. Así, los diplomáticos españoles aprenden a mostrarse seguros y a hacer ver a los secuestradores que alguien les espera y que son valiosos.