Han dejado hace años de ser una pandilla de rebeldes, para estar organizados y preparados para cualquier acción, como dicen ellos. Aquí les vemos con radiales entrando por el techo a las cocheras de los coches. Sergio, maquinista de metro lo ha vivido. Hace un mes los grafiteros pararon el tren dentro de un túnel apretando el freno de emergencia, para después pintarlo. Cada vez son más y más agresivos. La policía cree que estas últimas acciones y agresiones en Madrid y Barcelona son retos, desafíos entre ellos mismos para ver quién hace una acción más espectacular. Se retan por internet, para después colgar sus hazañas, entre comillas.