Una tatarabuela australiana bate el récord de salto en paracaídas y lo hace para ayudar

La única condición que ha puesto Irene O'Shea para volver a lanzarse al vacío es hacerlo junto al chico joven y guapo -esas han sido sus palabras- que ya la acompañó en sus anteriores intentos. Esta tatarabuela australiana esperó a cumplir un siglo de vida para tirarse en paracaídas. Pero desde entonces repite cada año para recaudar dinero y buscar una cura para la enfermedad degenerativa que mató a una de sus hijas. Con su último aterrizaje, se ha convertido en la persona con más edad en saltar de una aeronave: 102 años y 193 días. Apenas tres semanas más que un ciudadano estadounidense. Porque en los últimos tiempos, hay una auténtica carrera entre centenarios por el récord Guiness del saltador más longevo. Aunque nadie tan famoso entre los paracaidistas jubilados como esta mujer. Un forcejeo con su instructor la dejó en esta comprometida postura durante su aterrador vuelo. Pasado el susto, decidió cambiar los saltos por los coches de carreras.