"Estaban fatigados, con mucho frío y con nervios"

Colgados a 50 metros del suelo esperan ansiosos el rescate. Imposible la intervención aérea por la fuerza del viento, así que los bomberos tienen que bajarlos uno a uno. Tarea complicada y lenta a través de un sistema de cuerdas. Son unas 70 personas atrapadas en dos cabinas con este reducido espacio. Ninguna resultó herida, pero sí sufrieron las angustias propias de estar a 3.000 metros de altura. “La falta de oxígeno les provocó fatiga, además de nervios, aunque no ataques de ansiedad”, aseguró Virginia Sánchez, la coordinadora del grupo de psicólogos de Emergencias de Tenerife. A los rescatados les quedaba la peligrosa bajada por la ladera. A algunos incluso se les echó la noche encima para llegar, después de seis horas, a la base.