Agua, tormentas y granizo… un paréntesis veraniego que obliga a sacar la maga larga

Parecía el diluvio universal. Son imágenes grabadas en la localidad asturiana de Grado, que dan una idea de la intensidad de la tormenta. En pocos minutos el agua dio paso al granizo y el blanco tomó las calles. Vecinos y turistas se refugiaron en los locales asustados por la fuerza de las riadas.

El vendaval también dio sustos y voló por los aires sombrillas y derribó árboles. En Cangas del Narcea, los vecinos se vieron sorprendidos por otra espectacular granizada aunque ha sido en Orense donde más potente ha sonado.

Tormentas repentinas que nos dejan imágenes que poco nos recuerdan que estamos en verano. Granizo que parece nieve, carreteras inundadas, conductores atrapados, barro y aguaceros como el que sorprendió a los que visitaban Teruel.

Un cambio de tiempo radical acompañado de un desplome generalizado de las temperaturas. En unas horas los termómetros han caído diez grados, por ejemplo en Sevilla, donde hoy la máxima no pasa de 28 grados, con paraguas y manga larga en pleno agosto hay. Este paréntesis veraniego todavía durará unos días.