Miles de compañeros de las víctimas del tiroteo de Florida han salido a la calle para pedir una ley de armas más controlada. Padres y vecinos de los muertos exigen a Trump que no evada el debate y que evite que fusiles de asalto como el utilizado por Nikolas Cruz caigan en manos de jóvenes capaces de crear masacres como la de Parkland el día de San Valentín