La vida de Ana Julia Quezada en Burgos
La mayor parte de los casi 25 años que Ana Julia lleva en España residió en Burgos. Aquí la recuerdan porque fue ayudante de cocina en varios restaurantes y dependienta en una carnicería. Pero lo que marcó su vida aquí fue la muerte de su hija de solo cuatro años. Se precipitó desde su casa, un séptimo piso, al patio interior. Se archivó como un accidente pero ahora el caso se podría reabrir. Fue su padre adoptivo, burgalés, quien encontró el cadáver de la niña. Ese hombre y la hija que tuvo con Ana Julia siguen viviendo en Burgos. Con su siguiente pareja también hubo problemas. Él murió de cancer y su familia la denunció por quedarse con joyas y dinero. Con el siguiente novio se trasladó a Almería y montaron un bar. Al romper la relación, cerró el negocio y unos meses después comenzó la convivencia con el padre de Gabriel.