Cuando tu vida se reduce a ser madre y ama de casa

Son las 6 de la mañana, Mónica se levanta, prepara el desayuno y sale de casa corriendo para acompañar a su hija que padece una discapacidad. A las 8:30, llega a la oficina, sin tiempo de nada. A las 5, cuando acaba su jornada laboral aún le quedan muchas tareas. Ni un minuto libre desde que se levanta hasta que se acuesta. Enma, empresaria y madre de dos mellizas también ha renunciado a vivir despacio. Son mujeres que siguen asumiendo una doble carga, ellas todavía realizan el 68% del trabajo no remunerado.