La terrible vida de Cristina, asesinada con solo 24 años
Las muestras de dolor tras su muerte prueban que Cristina siempre estuvo por encima de su mala suerte. Infortunios que arrancaron muy pronto, en su país natal, cuando fue abandonada por su madre. Se encargó de ella su abuela.
A España llegó hace 4 años, con solo 20. Vino con su pareja, también rumano. Un joven con quien tuvo dos niñas y que terminaría siendo, aún presuntamente, su asesino. Las pequeñas, de 2 y 5 años están bajo tutela de la junta. La hermana de Cristina vive en Rumanía y no se hará cargo de ellas porque considera que estarán mejor con una familia de adopción.
Cristina deja una situación económica precaria, pero también muchos amigos dispuestos a recaudar el dinero. Quieren darle un último adiós digno y cálido; una especie de revancha ante la vida dura y de abrupto final que le tocó padecer.