El voto discrepante del magistrado González

Su voto particular ocupa cien folios más que la propia sentencia. Llama la atención la conclusión que extrae de los vídeos de los abusos. Donde la sentencia aprecia pasividad y sumisión por parte de la víctima, el magistrado Ricardo González concluye que es sexo desinhibido. Dos de los jueces creen que "la denunciante se mantiene con los ojos cerrados, muestra una actitud de pasividad y sometimiento". Él estima: "No puedo afirmar que permanezca con los ojos cerrados. Lo que documentan las imágenes es sexo entre desconocidos" De otro vídeo la sentencia relata que "la denunciante está agazapada, acorralada contra la pared, expresa gritos que reflejan dolor y está atemorizada". Sin embargo, el voto particular argumenta "no puedo interpretar intención de desprecio o humillación. Sí de una desinhibición total y explícitos actos sexuales en un ambiente de jolgorio y regocijo". Además pone en duda el daño psicológico de la victima. porque dice que mantuvo su actividad en redes, salió con amigos y se fue de vacaciones.