La familia de Wafaa Sebbah, la joven asesinada en Carcaixent, podrá enterrarla seis meses y medio después
Wafaa Sebbah, la joven asesinada en Carcaixent, podrá ser enterrada seis meses y medio después
El cadáver de la joven fue encontrado dentro de un pozo, el pasado 17 de junio
Estuvo más de un año desaparecida, hasta que su asesino, David Soler, confesó
Seis meses y medio ha tenido que esperar la familia de Wafaa Sebbah para enterrar a su hija. El cadáver de la joven de 19 años, desaparecida en noviembre de 2019 en Carcaixent (Valencia), fue encontrado el pasado 17 de junio, en un pozo de la finca de la familia de David Soler, su asesino.
Seis meses y medio de angustia, que se han hecho eternos hasta poder dar sepultura a Wafaa. La razón de tanta tardanza no ha sido otra que la negativa del juez por seguir arrojando luz sobre la investigación.
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Cinco impactos de perdigones, atada y con la cabeza cubierta: el ensañamiento y el terror que pasó Wafaa Sebbah
El entierro, que será realizado por el rito musulmán, será este domingo, a las dos de la tarde, en el cementerio musulmán de Valencia, Alsalam, según ha informado Levante-EMV. Será allí donde sus padres y hermanos le rinda homenaje antes de darle, por fin, el último adiós a Wafaa.
David Soler confesó el asesinato de Wafaa
David Soler, el asesino de Wafaa, era uno de los sospechosos desde el principio. Fuentes de la investigación apuntaron en su momento que Soler pretendía tener una relación con la joven, pero esta le rechazaba. David tenía antecedentes por violencia machista. Los vecinos admitieron que, aunque hacía un año que vivía en el pueblo valenciano de Manuel, no se relacionaba con nadie en el barrio.
Soler, conocido como 'Tuvi', estuvo siempre en el punto de mira de los investigadores, hasta que confesó. Según fuentes de la investigación el joven confesó el crimen de Wafaa e indicó a los agentes que tiró su cuerpo a un pozo donde finalmente encontraron el cadáver.
El cuerpo de Wafaa fue encontrado en un pozo de una finca propiedad de la familia Soler con las extremidades atadas y la cabeza cubierta. Además, la joven fue tiroteada con una escopeta de perdigones, aunque todavía no se sabe si antes o después de la muerte. Son cinco impactos que no la habrían causado la muerte pero que demuestran el ensañamiento y el terror que tuvo que pasar la joven antes de morir.
Tras su detención admitió que "menos mal que me habéis cogido. Soy un peligro ahí fuera".
