No eran besos "robados", eran abusos sexuales

Wilson Alfonso se describe en su canal de youtube como abordador de mujeres y bromista. Pero la gracia le ha costado tres condenas por abusos sexuales. Engañó a Patricia con un truco de magia para abordarla y repitió la ingeniosa táctica con Carmen. Los videos circularon en las redes sociales, al mismo tiempo que las denuncias le llevaban hasta los juzgados. Entró con esta sonrisita y salió entre gritos e insultos. Con una condena de casi 2000 euros de multa, 500 euros de indemnización por cada agresión y ningunas ganas de repetir el numerito. Además se ha quedado sin cámara y sin ordenador.