La CMT lanzará una preconsulta pública en julio sobre las futuras obligaciones en fibra

En concreto, el regulador del mercado de telecomunicaciones revisará los mercados 4 y 5, es decir, los que se refieren al acceso fijo al por mayor a infraestructura de red, incluido el acceso compartido o completamente desagregado, y el de acceso de banda ancha al por mayor.

El primero de estos mercados incluye el acceso al bucle del abonado, que es el último tramo de la red de Telefónica que conecta las centrales con las casas de los clientes, así como las infraestructuras pasivas como conductos, canalizaciones y arquetas.

La CMT consideró en su última revisión que Telefónica heredó esta infraestructura de la red de cobre y con el fin de mitigar esa ventaja competitiva, decidió que debería abrir esta infraestructura para que los operadores alternativos pudieran desplegar sus propias redes o proporcionar alternativas como la fibra oscura.

Por su parte, el mercado 5 permite a los operadores alternativos conectarse a un número reducido de puntos de acceso a la red del operador dominante, en este caso, Telefónica y, a través de ellos, ofrecer servicios de banda ancha a cualquier territorio de España. LÍMITE DE 30 MEGAS

Actualmente, la CMT impone a Telefónica como obligación proporcionar un servicio mayorista de acceso indirecto de banda ancha de hasta 30 megas por segundo con precios orientados a costes, ya que consideró que elevar estos topes podrían desincentivar las inversiones.

Esta limitación ha provocado la crítica por parte de los operadores alternativos, como Orange y Vodafone, que reclaman que la CMT aumente la obligación a Telefónica a mayores velocidades, ya que la actual red de fibra permite ofertar 100 megas de descarga.

No obstante, el panorama de la fibra ha cambiado mucho desde que la CMT estableció esta regulación en 2009. Cabe recordar en este sentido, los acuerdos entre Jazztel y Telefónica que incluyen la compartición de las infraestructuras verticales (las que se despliegan en las fachadas de los edificios) y que permitirá alcanzar tres millones de unidades inmobiliarias, mientras que Orange y Vodafone han unido fuerzas en su despliegue de estas redes de nueva generación para llegar hasta los seis millones de unidades inmobiliarias.

ACUERDOS EN FIBRA

Este último acuerdo está pendiente de la utilización de las infraestructuras verticales de Telefónica, un acuerdo que se lleva negociando meses y que no ha llegado, de momento, a buen puerto. Es más, Orange y Vodafone presentaron un conflicto ante la CMT acusando a la firma presidida por César Alierta de poner trabas al acuerdo. El presidente del regulador, Bernardo Lorenzo, indicó esta semana que espera que los afectados alcancen un acuerdo "en las próximas semanas" o la CMT tendrá que "intervenir".

Según los datos del regulador, las inversiones previstas por los cuatro operadores en el despliegue de fibra óptica alcanzarían los 3.000 millones de euros hasta 2017 y las ofertas convergente de fijos y móvil, con tarifas 'paquetizadas' como 'Movistar Fusión', y las nuevas necesidades de mayor velocidad de los clientes hacen estos mercados claves para el negocio de las operadoras.