Científicos españoles prueban con éxito en perros una vacuna contra el alzhéimer
INFORMATIVOS TELECINCO
11/02/201118:01 h.La vacuna, diseñada por la empresa aragonesa de biotecnología Araclon, actuaría en la primera fase de la enfermedad al actuar sobre las placas amiloides en el cerebro que producen la neurodegeneración.
Esta vacuna española no tiene función terapéutica activa, porque no previene la enfermedad, sin que la frena e impide que progrese.
Un equipo de investigadores de la facultad de Veterinaria de Lugo, dirigido por el profesor Germán Santamarina, colabora con el grupo de investigación de Araclon y se ocupó de probar en perros cuatro preparados desarrollados por el laboratorio aragonés.
Las pruebas se realizaron en perros de experimentación del centro y no tuvieron efectos secundarios en los animales.
De los cuatro preparados iniciales, se seleccionaron dos, los que resultaron más eficaces porque generaban mayores niveles de anticuerpos y eran más persistentes en el tiempo frente al amiloide que provoca alzhéimer.
La producción de placas amiloides es uno de los síntomas de la enfermedad, presente también en el síndrome de deterioro cognitivo que sufren los perros, de ahí la idoneidad de estos animales para probar medicamentos contra esta patología.
Tras probar las dos vacunas y escoger la que aportaba mayor calidad de anticuerpos se volvió a probar y de ahí se pasó a la fase de ensayo.
Hace un año aproximadamente la compañía consiguió la patente europea y en marzo, según los cálculos del equipo zaragozano, se iniciará el ensayo con humanos en Austria, donde una empresa experta en la monitorización de ensayos clínicos aplicará la vacuna a 48 pacientes para probar que no es tóxica ni tiene efectos secundarios.
Cómo actua la vacuna española
En los ensayos se administrará una sustancia a los enfermos que produce una respuesta del propio sistema inmunológico del individuo.
Dicha respuesta produce unos anticuerpos que son los encargados de eliminar el beta amiloide 40 y 42 soluble que se encuentra en el paciente.
Así se impide la formación de las placas amiloides en el cerebro que producen neurodegeneración y, por tanto, como mínimo, se conseguiría eliminar una de las principales lesiones cerebrales asociadas a la enfermedad.
No obstante, el objetivo de la vacuna no es eliminar esas placas, como buscan muchos fármacos, sino evitar que se formen más, ya que estas placas están adheridas a vasos sanguíneos que pueden romperse si se diluyen, provocando lesiones.
En el mundo se están probando otras vacunas, la mayoría pasivas, en la que se administran directamente los anticuerpos, que resulta un sistema más caro e invasivo.