Gigantes chinos se apoyan en grupos españoles para beneficios históricos

Su principal rival, ZTE (Zhongxing Telecommunication Equipment), con sede en la industrial ciudad de Shenzhen, le pisa los talones en su expansión exterior y la semana pasada firmó con Banco Santander un crédito a la exportación por 500 millones de dólares para expandir las ventas en Europa y América Latina, destacó hoy el diario "South China Morning Post".

La línea de crédito, garantizada por Sinosure, la mayor oficina gubernamental china de financiación de la exportación (China Export and Credit Insurance Corp. en inglés), permitirá a ZTE impulsar las ventas en los mercados europeo y latinoamericano.

ZTE anunció ayer un aumento del 16 % en los beneficios netos trimestrales hasta casi 20 millones de dólares y del 13,8% en los ingresos hasta los 2.330 millones de yuanes principalmente por el aumento de la demanda de teléfonos 2G, 3G y tarjetas de datos.

Aunque en un comunicado Huawei dijo a Efe que no da detalles por regiones de sus ventas anuales (en 2010 fueron de 28.000 millones de dólares, un aumento del 24 %) reconoció la fortaleza de su alianza con el Grupo Telefónica y expresó confianza en seguir creciendo en mercados de gran potencial como India, Rusia, y desde luego América Latina, principalmente Brasil.

Precisamente, su fundador y presidente, Ren Zhengfei (ex ingeniero del ejército chino) fue la primera persona con la que se reunió la presidenta brasileña Dilma Rousseff en su visita oficial a China hace una semana. Tras esa reunión se anunció un nuevo impulso a la presencia del gigante en Brasil.

Su "número dos" , Sun Yagang, gestiona con mano de hierro la compañía desde 1999, cuando fue elevada al consejo de administración, y es favorita para la sucesión de Ren.

La compañía se defiende de atribuciones de eventuales vínculos con el Gobierno chino quejándose, incluso legalmente como en un pleito contra Motorola, diciendo que esas afirmaciones perjudican su imagen independiente para los negocios.

Sobre la repercusión de su alianza con Telefónica en sus ventas y beneficios, Huawei se limitó a decir en un comunicado que "no suministramos cifras específicas sobre nuestros clientes o cuanto contribuyen nuestros acuerdos en el aumento del negocio y beneficios".

Sin embargo, "el Grupo Telefónica es uno de los mayores clientes de Huawei en el mundo", reconoció la misma fuente.

Huawei se apoya en Telefónica para su expansión en América Latina, como en otras del sector, como Vodafone, T-Mobile o BT en otras regiones, y mientras mantiene la distancia con ZTE, su mayor rival en China, ambas se beneficiaron del lento crecimiento de Ericsson y Nokia Siemens.

También acordó con Motorola retirar las denuncias legales respectivas sobre espionaje industrial, lo que contribuirá, dijo, a mejorar su imagen y expansión internacional.

Según la revista "Fortune", en Argentina Movistar, Alcatel-Lucent, Ericsson o Motorola han cedido progresivamente su cuota de mercado a la última en llegar, Huawei.

"Los proveedores chinos de telecomunicaciones están instalándose en las Américas con la misma fórmula que utilizaron para hacerse con el negocio en Asia y algunas partes de África, vendiendo equipamiento barato e incluso con dumping en países de bajos ingresos", escribió.

Tanto Huawei como su rival china ZTE parecen emplear, siempre sin demostrar, métodos heterodoxos para aterrizar en los países y sacar del mercado a las compañías que llegaron antes.

Incluso, dicen algunos conocedores del sector, para hacerse con contratos no dudan en intentar influencias o sobornos de responsables que sueñan con la inversión china.

Periódicamente, surgen escándalos sobre intentos para hacerse con la llave del candado a los sectores de telecomunicaciones de países, algunos llegando incluso a afectar en Filipinas al esposo de la presidenta Gloria Macapagal Arroyo, ventas a Saddam Hussein y a los talibanes afganos, lo que las compañías niegan.

Lo que parece cierto es que Huawei y ZTE se benefician para su expansión de su fortaleza en el mercado nacional, con el Gobierno chino poseedor de acciones de docenas de compañías locales de telefonía que les compran equipos, beneficios fiscales y créditos a intereses mínimos.

Por Paloma Caballero.