Indra vio crecer sus ingresos un 5% en 2014

En cuanto a los resultados por áreas geográficas, Latinoamérica ha crecido un 10 por ciento en moneda local y Europa y Norteamérica un 7 por ciento. España, tras cuatro años de caída, el año pasado presentó un comportamiento plano.

Todos los verticales crecen en moneda local, el que más Servicios Financieros que aumentó un 9 por ciento. Además, Administraciones Públicas y Sanidad lo hizo un 7 por ciento, Transporte y Tráfico un 5 por ciento, Seguridad y Defensa un 3 por ciento, Energía e Industria otro 3 por ciento y Telecomunicaciones y Media un 2 por ciento.

En cuanto a la contratación, aumentó un 4 por ciento en moneda local y destaca el crecimiento en Latinoamérica y en AMEA. Por verticales, los que más repuntaron fueron los de Transporte y Tráfico, Servicios Financieros y Administraciones Públicas y Sanidad. Este crecimiento en contratación ha multiplicado la cartera de pedidos por 1,2 y la ha elevado hasta 3.473 millones de euros.

Los factores que han influido en el devenir de Indra en 2014 han sido el deterioro del entorno macroeconómico en las economías exportadoras de materias primas, el efecto de la devaluación de las divisas latinoamericanas, las presiones en precios y los mayores costes de ejecución en algunos proyectos.

En el cuarto trimestre, tras una revisión en profundidad, se han realizado efectos no recurrentes que ascendieron a un importe antes de impuestos de 313 millones de euros cuyo impacto total en el Resultado Atribuible ha sido de 196 millones de euros. El principal efecto no recurrente correspondió a provisiones, deterioros y sobrecostes en proyectos por retrasos, reprogramaciones y cancelaciones de programas, así como cambio de estimaciones debido a acontecimientos o situaciones litigiosas ocurridos en la última parte del año 2014 y a principios de 2015 que conllevaron una partida de 231 millones de euros.

Tras el impacto negativo de estos efectos, el resultado neto del ejercicio es de -92 millones de euros. El margen EBIT recurrente se sitúa en el 6,9 por ciento y el resultado neto antes de los efectos no recurrentes hubiera sido 104 millones de euros.

Por otra parte, la generación de cash-flow libre ascendió a 47 millones de euros, 20 más que en el ejercicio de 2013, pero por debajo de los objetivos fijados para el ejercicio. La deuda neta se ha situado en 663 millones de euros frente a los 622 millones a cierre de 2013 y representa un nivel de apalancamiento de 2,5 veces EBITDA.