La cara oculta del reconocimiento facial en China
Tecnología de reconocimiento facial y de emociones se extiende cada vez más por China
Estudian las emociones de las personas según la expresión de sus caras
crea una base de datos masiva donde se encuentra lo más íntimo de las personas
La tecnología de reconocimiento facial y de emociones se extiende cada vez más por China, donde llevan casi una década perfeccionando e implantando la maquinaria.
Son muchos los ciudadanos chinos que no están conforme con que cada vez haya más cámaras por todas partes, llegándola incluso a implantarse en las comunidades de vecinos, pero a pesar de las reticencias no tienen otra opción que aceptarlas.
MÁS
¿Pero qué finalidad tienen estas lecturas de emociones?
Estos sistemas de vigilancia han dado un paso más, ya no solo reconocen las caras y las analizan con una base de datos sino que estudian las emociones de las personas según la expresión de sus caras, asegura Chen Wei, de la empresa tecnológica Taigusys, en The Guardian, quien reconoce que estos métodos de vigilancia juegan un papel clave en casi todos los aspectos de la sociedad china.
Chen destaca que este tipo de tecnologías de vigilancia reconocen las emociones como ira, felicidad, tristeza, aburrimiento, según los gestos faciales y otros factores como los movimientos o tono de voz.
Además de analizar y reconocer miles de caras, también crea una base de datos masiva donde se encuentra lo más íntimo de las personas, sus sentimientos, con lo que pueden rastrearse y monitorizarse.
¿Dónde queda la privacidad?
Es a través de los análisis de estos datos obtenidos donde los poderosos pueden manipular y alentar ciertos tipos de sentimientos, al igual que limitar otros. Para el mercado industrial significa haber encontrado la gallina de los huevos de oro.
Investigadores y asociaciones de derechos humanos creen que coarta la libertad del individuo, además de su privacidad.
Este tipo de tecnología también cuenta con un indicador de la temperatura corporal y tras la pandemia del coronavirus se está vendiendo a muchas empresas y lugares donde pasan miles de personas a diario.
Desde la empresa tecnológica, Chen afirma que este reconocimiento de emociones sirve para prediecir comportamientos peligrosos en cárceles, detectar posibles delincuentes en puestos de control policial, además de centros de estudios donde se reconozcan alumnos con problema, entre otros.